
Bastarían los lugares para corroborarlo, bastaría simplemente rememorar el antiguo Bazar Krauss o el Portal Edwards, demolidos a fines de los 80 en uno más de los arrebatos incomprensibles de ignorancia de nuestra tan pujante sociedad; que en su egoísmo inusitado privó a las nuevas generaciones de disfrutar de míticos rincones de Santiago.