Soportó
saqueos, incendios, turbas enardecidas y una Guerra Civil; pero fue la picota
la que sepultó para siempre esta aristocrática vivienda de la calle Dieciocho. Desde
ese momento son muchos quienes han hablado de ella, evocaciones en su mayoría
breves y llenas de imprecisiones que fueron creando un velo de misterio que lo
hizo un desconocido para las nuevas generaciones.
Una fotografía encontrada en un mercadillo de Madrid nos dio luces de su ubicación exacta, y a partir desde ese día concentramos nuestros esfuerzos en lograr recabar la mayor cantidad de
antecedentes para redescubrir este palacio, y saldar una deuda con la historia
residencial de la ciudad de Santiago. Tras dos años de trabajo, compartimos con
ustedes un extracto del resultado de nuestras investigaciones…